Descripción |
Sin lugar a dudas, la política es uno de los principales escenarios del machismo, y no porque sea un espacio diferente al resto de la sociedad, sino por lo contrario, porque forma parte de ella y porque, además, está aderezada con el condimento del poder, esa pócima mágica en la que cayó el primer macho y que, por transmisión o invitación, comparte con el resto de los asistentes, al tiempo que se difunde por el aire de la cultura como si fuera uno de esos ambientadores modernos que, nada más moverte, lanza su spray al ambiente. |